Para realizar la siguiente experiencia tendremos que disponer de:
- hojas de papel ya utilizadas (también son eficientes diarios viejos)
- dos baldes con agua
- una jarra
- una cuchara de madera
- un colador fino
- un marco con rejilla
- dos pedazos de tela
- dos tablas de madera o metálicas
Lo primero que debemos hacer es cortar los papeles en pequeños trozos y dejarlos dentro de un balde con agua por al menos medio día.
A continuación con el colador recogemos la pasta de papel y la vertemos en la jarra, cuando ya está separada la pasta del agua podremos moler más con un exprimidor eléctrico o con una cuchara. Cuanto más fino quede mejor será el papel.
Luego vertemos todo el contenido de la jarra en una cubeta con agua, se sumerge el marco en el interior y hacemos esto de manera tal que se vaya distribuyendo la mezcla.
Ahora con ya toda la pasta escurrida del marco volcamos la rejilla sobre un pedazo de tela y cubrimos la porción de pasta de papel sobre otro trozo de tela y así sucesivamente hasta llegar a 10 láminas de mezcla de papel. Y al cabo de esto aplicamos peso sobre todas las láminas poniendo algo de al menos 10 kilos en la superficie.
Finalmente dejamos secar las láminas en un lugar seco y caluroso durante todo un día, y ya tendremos nuestras hojas de papel reciclado listas para volver a usarse nuevamente.